Presidente de AEDIPE y AEDIPE Comunidad Valenciana. Presidente de AECOP-EMCC España (coaching ejecutivo). Director del Master de Gestión del talento (www.mastergesta.es). Director de las jornadas TMT, Talento & Management Tendencias. Catedrático de Organización de Empresas en el Dpto. Dirección de Empresas (Facultad Economía, Universidad de Valencia), Coach Senior Certificado CS44. Conferenciante y Escritor. Y padre de dos hijas preciosas.

martes, 28 de junio de 2011

APOSTANDO POR EL LIDER TRANSFORMACIONAL

Ni que decir que necesitamos cambios en nuestras empresas. Estamos en época de cambios, y la pregunta que todos hacemos es ¿cuánto estamos cambiando cada uno de nosotros? O somos tan herméticos que no permitimos esa interacción que nos modifica y sugiere cambios diariamente. Nuestra empresa está evolucionando hacia conceptos muchos más competitivos, sin embargo, a pesar de las estrategias de internacionalización, estrategias de innovación y planes de modernización, parece que el cambio organizativo no llega a nuestros líderes. Éstos, inmersos en una lucha operativa diaria y con una inmersión en sus profesiones de casi 24h-7dias a la semana, no tienen tiempo ni para cambiar. Sin embargo, la empresa que viene necesita líderes más estrategas que sepan sacar lo mejor de su gente. Este cambio no se dará si el directivo no está dispuesto a cambiar.


Un nuevo concepto de liderazgo surgió con fuerza en la literatura profesional y científica precisamente para hacer partícipe al líder de una nueva visión de su propio rol, nos referimos al líder transformacional.


Podemos entender el líder transformacional como un líder más efectivo en los entornos e incertidumbre que vivimos y que es capaz de facilitar cambios organizativos más drásticos para adaptarse o anticiparse a los entornos turbulentos. Este líder es capaz de conectar con el autoconcepto e identidad de los colaboradores con la misión de la unidad de negocio u organización, consiguiendo tanto una identificación cognitiva como emocional.


Podríamos caracterizar a este líder emocional según la perspectiva de Bass & Avolio (1997):


1. Confianza y respeto por el líder


2. Líder con comportamientos que reflejan los valores, las creencias y el sentido de la misión


3. Transmiten y expresan su proyecto y visión


4. Promueven el crecimiento y la independencia de sus colaboradores


5. Apoyo socio-emocional a los colaboradores


Estimado lector si tuvieras que medirte en estas cinco dimensiones... ¿serías un líder transformacional?

domingo, 12 de junio de 2011

NUESTRA ASIGNATURA PENDIENTE, CONOCER NUESTRAS EMOCIONES

No deja de sorprenderme conforme más leo y profundizo en la neurociencia la enorme plasticidad que tiene nuestro cerebro en esa famosa interacción continua genética-entorno. Para todos aquellos que nos interesa el mundo de las emociones, hablar del mesencéfalo (también denominado sistema límbico, cerebro emocional, cerebro químico o cerebro mamífero) es clave para entender gran parte de un mundo ya programado y que sin embargo tanto desconocemos. Y lo más apasionante de todo, más allá de esa visión tan sistémica que declara tanto Damasio en sus últimos escritos al incorporar a todo el cuerpo en una unidad, es precisamente comprender cómo ha evolucionado nuestro cerebro en el desarrollo emocional.


En nuestra pubertad, se activan y desarrollan todos nuestros centros emocionales del mesencéfalo, principalmente la amígdala. Y la corteza prefrontal, responsable de nuestra conciencia presenta una evolución y plasticidad hasta los treinta años permitiendo alcanzar la madurez del adulto. Es por lo tanto el lóbulo frontal y su desarrollo el que nos ayudara a inhibir y controlar los impulsos y las emociones. Como dice Dispenza "el cerebro humano es extremadamente neuroplástico, lo que significa que mediante el aprendizaje continuo, las nuevas experiencias y la modificación de nuestro comportamiento, podemos volver a moldear y a dar forma a nuestro cerebro durante la edad adulta".


Podemos hablar desde el cuerpo con las emociones, o desde el neocortex regularlas. Ambas estrategias son necesarias en el mundo adulto para poder tener un equilibrio emocional y comprendernos mejor. No puede ser que no hagamos caso a millones de años de historia evolutiva para al menos poder tener estrategias personales de autoconocimiento y regulación emocional. Si alguien nos hubiera enseñado de pequeños seguro todo sería más fácil, pero nuestra cultura occidental no contempla las emociones como elemento clave del individuo. ¡Cuánto nos queda por aprender! No es que tengamos suspenso en esta asignatura, es que la seguimos teniendo pendiente...

martes, 7 de junio de 2011

SONRISA DE CARETA ¿Y si a Mickey le deja la novia en DisneyWorld?

Malentendemos a veces la profesionalidad con la sonrisa falsa de careta, y es que no hemos debido coger el buen manual de comunicación emocional sino la biblia del taylorismo emocional donde se le pide al profesional de modo impositivo, tipo instrucción, eso de sonreír a los clientes. Comprendo que si a Mickey en DisneyWorld le ha dejado la novia igual no esté para muchas alegrías y alborozos, pero también comprendo que forzar la alegría no es la solución. Recordemos que la sonrisa falta se nota a la legua pues no es fácil mover toda la musculatura fina de una sonrisa sincera, nada mejor que consultar a nuestro experto Paul Ekman en su libro Cómo detectar mentiras entre otros de su extensa bibliografía. Pero aparte de la sinceridad o no, lo que si que está demostrado científicamente es que se genera una disonancia emocional que provoca un estrés en el profesional y que genera ansiedad, depresión o lo que se denomina estar quemado laboralmente (burnout).

Además, la investigación también ha encontrado que si el profesional percibe que sonreír o estar alegre es lo que tiene que hacer dentro de su rol laboral, esto no genera estrés. Dado que por lo que vemos no está nada claro aún el impacto de esta careta profesional emocional en el trabajo, sí que parece que si el profesional re-estructura cognitivamente la situación de modo voluntario, no genera tanto estrés que si se intenta suprimir o falsear directamente. Lo mejor es contratar gente que ya tenga actitud profesional de servicio y que de modo natural le surja, algo que se echa de menos a veces en muchas organizaciones de servicios. Pero, a pesar de todo esto, les ruego por favor que saquen a Mickey de la animación infantil si le ha dejado la novia y le quiten la careta para poder solventar de modo auténtico su crisis emocional. No quisiera ver a un niño animando a Mickey y dándole unas palmaditas en la espalda para salir de su estado depresivo.