Presidente de AEDIPE y AEDIPE Comunidad Valenciana. Presidente de AECOP-EMCC España (coaching ejecutivo). Director del Master de Gestión del talento (www.mastergesta.es). Director de las jornadas TMT, Talento & Management Tendencias. Catedrático de Organización de Empresas en el Dpto. Dirección de Empresas (Facultad Economía, Universidad de Valencia), Coach Senior Certificado CS44. Conferenciante y Escritor. Y padre de dos hijas preciosas.

martes, 20 de mayo de 2014

¡TÚ SI QUE TIENES POTENCIAL! Analizando la potencialidad en las organizaciones

Desde el primer estudio de McKinsey en 1997 popularizando el término “la guerra del talento” muchas organizaciones buscan con ahínco lo que se denomina los “altos potenciales del talento”. Y aunque parece fácil identificar alguien con talento, sencillamente viendo cómo trabaja, quizás es más difícil de lo que parece operativizar, medir y gestionar tanto el talento como la potencialidad de los profesionales. Está claro que podemos tener una perspectiva inclusiva donde todas las personas de la organización tienen potencial y el objetivo es por tanto buscar la excelencia en cada una de ellas. Pero también podemos utilizar una perspectiva exclusiva y sencillamente detectar o bien los profesionales con más talento o los puestos clave de la organización separando lo que se denominan equipos A (alto potencial), B (normales) y C (bajo potencial).

En realidad todos estos conceptos se acaban entremezclando. ¿Queremos decir lo mismo con potencial que con talento? ¿Acaso el empleado excelente es el de alto talento? ¿Es lo mismo empleabilidad que talento? En todas estas disquisiciones parece se mezclan bastantes conceptos que con el ánimo de ser más bien práctico que teórico vamos a intentar diferenciar sobre todo focalizándonos en lo que significa potencialidad.
Si algo preocupa a las empresas hoy en día es precisamente el cambio y su gestión. ¿Quién no ha oído al director general o empresario poniendo firmes a sus directivos para intentar conseguir comportamientos innovadores o de cambio dentro de la organización? Parece el nuevo grial de las organizaciones. Pero está claro que si el entorno cambia de un modo vertiginoso se puede comprender fácilmente que queramos saber si tenemos las personas adecuadas para seguirnos en ese proceso o viaje profesional. Aquí es donde precisamente la potencialidad cubre un papel fundamental. Quizás el único matiz a añadir es precisamente que la potencialidad de los profesionales se mide acorde a unas competencias alineadas con las estrategias presentes y futuras de la organización. Eso por lo tanto requiere una reflexión organizativa importante y una capacidad estratégica deliberada.
Pero ¿qué entendemos entonces por potencial o talento potencial? Podemos entenderlo como la posibilidad de los profesionales de llegar a ser más de lo que son alineados a la organización. Esto claramente implica un crecimiento, desarrollo y evolución del profesional. Y por lo tanto una actitud hacia el desarrollo y la mejora importante. Por lo tanto nos habla de diferentes roles o puestos de trabajo al que tengamos actualmente y nos habla de un tiempo futuro. En este sentido las organizaciones están volcadas en precisamente establecer planes de sucesión exitosos para garantizar que el crecimiento o cambio organizativo no va a afectar a su competitividad. Pero claro si es algo sobre el futuro, ¿cómo podemos garantizar la potencialidad de alguien? ¿Cómo podemos medirlo? Muchas organizaciones intentan delimitar el potencial sobre posibles ascensos a otros puestos, o de nivel directivo, o la capacidad de asumir una perspectiva más amplia en el liderazgo. Pero también se habla de potencialidad para alcanzar unos objetivos de excelencia.  Lo que está claro es que no se debe confundir rendimiento con potencialidad, pues un rendimiento actual no es garantía de un rendimiento futuro en otro puesto, cargo o competencia. Pero lo más importante es que en los últimos años la identificación de lo que se denomina “alto potencial” se ha vuelto clave  en las estrategias de gestión del talento. Aunque después la casuística concreta te haga ver que cada empresa lo aplica como puede y de modo diferente. No es de extrañar que en los últimos años se hayan celebrado tantos congresos, conferencias y workshops precisamente para compartir este tipo de conocimientos.

Lo que está claro es que todos tenemos potencial pero ¿para qué? Esa es la cuestión…descúbralo usted mismo, esa es su misión...

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